La tuberculosis (TB) es una enfermedad infectocontagiosa causada por una bacteria denominada Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch la cual todavía existe y es prevalente en la población mundial.

Se transmite de persona a persona a través de pequeñas góticas o aerosoles que pueden quedar suspendidos en el aire hasta por más de 3 horas en ambientes cerrados no ventilados, cuando una persona enferma con tuberculosis pulmonar tose, estornuda o habla.

La TB puede afectar a cualquiera independientemente su edad, sexo, raza, o estatus social o económico, pero es una enfermedad que se puede prevenir y curar.

En Colombia, la TB es una prioridad para salud pública, el Ministerio de Salud y Protección Social cuenta con el Programa Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis (PNPCT), que articula acciones sectoriales, intersectoriales y comunitarias para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de casos y sus contactos en los diferentes entornos, en el marco del PDSP, el Plan estratégico programático y los lineamientos nacionales.

Prevenir es posible: Vacúnate

En el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) que se aplica en Colombia existe la vacuna BCG, que tiene como objetivo la prevención de formas más complejas de la enfermedad como la TB meníngea y la TB miliar. La meta de cobertura debe ser superior a 95%. Esta vacuna es de dosis única y se aplica al bebé recién nacido. Sin embargo, es posible vacunar a cualquier edad, siendo lo ideal, por supuesto, hacerlo a los pocos días del nacimiento.

El amor y acompañamiento son de gran importancia

El 5.8% de los casos pediátricos registrados en Colombia que ingresaron a tratamiento después de diagnóstico con baciloscopia en el 2010 fueron informados como abandono. Desde el punto de vista operativo el abandono al tratamiento es una condición que complejiza el cumplimiento de metas.

En términos técnicos un abandono de un paciente pediátrico implica deficiencias en sus redes de apoyo en la que intervienen padres, cuidadores y diferentes sectores de la sociedad. El abandono implica riesgos para estos niños en tres vías principales: agravación de la condición clínica, resistencia a los fármacos antituberculosos y en el peor de los casos la muerte.

Información tomada del Ministerio de Salud y Protección Social